Cuando abres una tienda online lo primero que necesitas es tener visitas, cuando más o menos la tienes bien posicionada y recibes un número de visitas más o menos fija tu principal preocupación es que los usuarios no abandonen el carro de la compra. Muchos preparan campañas de remarqueting o se esfuerzan por mejorar la experiencia de compra y facilitar o acortar el proceso hasta el pago pero en realidad el problema por el que los clientes abandonan los carros de la compra son los costes de envío.
Es algo que puede costar de entender ya que nadie va a una tienda física y pide que le descuenten el precio del párquing o de la gasolina, incluso cuando devuelven productos son ellos los que se dirigen al establecimiento y corren con los gastos de transporte. Eso es algo que no ocurre en las tiendas online o e-commerce. Los clientes buscan y comparan cuál es el mejor de los precios y luego lo añaden al carrito de la compra. Muchas tiendas tienen buenos precios para atraer a los clientes en los comparadores de precios pero luego se lo cobran con unos gastos de transporte muy elevados.
Una buena forma de conseguir que los carros de la compra se confirmen es no cobrar gastos de transporte. Parece algo inviable para muchas empresas, sobre todo las que tienen un volumen de ventas pequeño y unos márgenes de beneficio escasos. Pero es casi la única fórmula para garantizar que no hay sorpresas para el cliente cuando llega al carro de la compra.
Para no tener que cargar con los gastos de envío lo que deberías hacer si te planteas este truco es aumentar el precio de venta de un producto de modo que con los pedidos no pierdas dinero. Buscar la manera más económica de enviar el producto e informar al cliente de que la entrega se llevará a cabo en dicho plazo. Si el cliente quiere una entrega más rápida siempre puedes ofrecer un segundo modo de entrega, rápido y de pago que te permita servir a aquellos clientes más exigentes.