A pesar de la flexibilidad horaria, la modernización del transporte o la posibilidad de teletrabajar, lo cierto es que cada día disponemos de menos tiempo para realizar algunas de las necesidades básicas como la compra. Nos apuntamos al gimnasio, a cursos de formación, gastamos tiempo en internet o, simplemente, nos vemos obligados a realizar horas extras. ¿Esto está cambiando nuestros hábitos de compra?
Internet como solución.
Con menos tiempo y el horario de los comercios que coincide con el de nuestro trabajo, muchos nos vemos obligados a realizar las compras por internet. Ya no solo aparatos electrónicos o algo de ropa. Hemos pasado a comprar la comida y cualquier enser que necesitemos. Si no disponemos de tiempo, pedimos la comida para que nos la traigan a casa; si queremos hacer una compra grande de alimentos, entramos en la página de algún gran comercio y la pedimos también. Nos resulta más cómodo y podemos hacerlo en cualquier momento o incluso antes de acostarnos, basta con fijar la hora de recepción como nosotros queramos y no hará falta ni que nos calcemos.
¿Y los pequeños comercios?
Si a día de hoy muchos subsisten gracias a las compras de barrio o las personas mayores, es complicado saber qué ocurrirá de aquí a diez años, cuando las compras por internet estén más extendidas y la confianza de los usuarios abarque todos los mercados. Si los comercios son de confianza, ni nos preocuparemos del estado de las frutas, confiaremos en que vengan bien.
Se abren muchos interrogantes, estamos al borde del cambio en los hábitos de compra. Cuando lleguen los datos de las ventas navideñas de este año muchos cambiarán su planteamiento de cara al futuro y buscarán cómo unirse a la imparable ola de negocio. Se augura un buen futuro para los profesionales de marketing en internet y trabajos afines.