Vivimos en una época a la que podemos llamar contradictoria, mientras que por un lado se está creando una tecnología cada vez más avanzada, por otro lado estamos buscando ser menos dependiente de ésta y que la “adicción” que puede crear la tecnología sea cada vez menor.
Pero no todo esto tiene que ser así… Tristan Harris es uno de los que cree que podemos compaginar la tecnología con la vida cotidiana sin la necesidad de caer en la adicción y, sobre todo, sin la necesidad de hacer campañas excesivamente agresivas de marketing. Ha llamado a este movimiento Time Well Spent y ha reunido tanto a diseñadores como a “leaders” para que esto sea posible. Cree que en vez de competir por la atención de los usuarios la tecnología debería ayudar a mejorar la vida diaria y a hacernos ver lo que realmente importa en la vida. Interesante, ¿no te parece?
En esto precisamente consiste el Humanity Enhanced. Se puede usar la tecnología para miles de cosas beneficiosas si realmente nos lo proponemos: crear interfaces para ayudar a restaurar obras de arte en mal estado de manera eficaz, cuidar de las personas mayores o incluso reducir el estrés y otros síntomas causados por la adicción que se tiene a la tecnología. En ese caso, por tanto, sería interesante que en vez de fabricar aparatos que tengan ocupada nuestra mente que fabriquen otros que nos ayuden a liberarla, a mejorar como seres humanos.
Lo que debemos hacer es evolucionar, no quedarnos quietos y dejar que la tecnología evolucione por nosotros. Sí, es verdad que ésta siempre va a estar un paso por delante de nuestra capacidad humana pero esto debe servir para hacernos ver que podemos seguir creciendo, que podemos alcanzar todo lo que que hace no muchos años creíamos imposible.