en el post anterior asada ya adelantamos que hablaríamos sobre el anuncio de la Lotería de Navidad. ¿Cómo no hacerlo si es el tema de la semana? En cuanto se emitió por primera vez las redes sociales ardieron en valoraciones y comentarios. De unos años para aquí, el anuncio de la lotería se ha convertido en un acontecimiento en el que todos los ciudadanos toman opinión.
Los sentimientos.
Esto no es sencillo y parte de la labor de los publicistas. ¿Cómo transformar algo tan plano y estadístico como la lotería en un gran evento? Apelando a las emociones, la esperanza, la ilusión. El anuncio de este año intenta llegar al corazón desde los primeros acordes de la canción y con la desesperación que transmite el actor. El año está siendo duro para gran parte de la población, como para el protagonista del anuncio, pero siempre puede haber una sorpresas.
En realidad no es un anuncio, es una historia. Y ahí está el acierto de los publicistas: cada año cambian el registro. El no saber qué esperar de ellos es la clave para que todo el mundo este expectante por ver un anuncio del que saben que hablarán al día siguiente.
Más que un anuncio.
Porque no solo es eso, también es el inicio de la campaña navideña. La importancia del momento de aparición es vital, a mediados de noviembre, cuando se están engalanando las calles y los juguetes empiezan a tomar posición en los grandes almacenes. Con el paso de los años y la capacidad para convertirse en un símbolo. “No hay Navidad sin anuncio de la Lotería” que se dice.
La publicidad lo es todo para las grandes compañías, sin ella no llegarían a todo su público potencial. ¿Cuánta gente menos compraría la lotería si no viese los anuncios? Sabemos que mucha. Y ahí está la importancia de la campaña: gasta en publicidad, pero ten siempre una dirección.