El marketing de contenidos es una de las estrategias por excelencia hoy en día dentro del sector del marketing digital a la hora de ganar visibilidad, tráfico y también de captar clientes potenciales para tu negocio. Sin embargo, muchas empresas o negocios comienzan a generar contenidos sin tener en cuenta exactamente a quién se dirigen. No tiene sentido comenzar a escribir por escribir simplemente por generar contenido si detrás no existen unas pautas básicas y un mínimo de planificación que guíen a esta estrategia en función de unos objetivos.
¿Por qué es esto tan importante? A través de los contenidos debemos ser capaces de crear valor y ser útiles para nuestros potenciales clientes pero para ello, necesitamos saber también qué es exactamente lo que les interesa. Conociendo cuáles son sus miedos, sus preocupaciones o las preguntas más frecuentes que suelen tener podemos generar un plan de contenidos que precisamente cubra este tipo de necesidades y responda a todas sus preguntas. Si no se hace de esta manera, medir la efectividad de nuestra estrategia de marketing de contenidos se vuelve mucho más complicado, pues sin unos objetivos previos a cumplir, ¿cómo podemos saber si está funcionando?
Para marcar estos objetivos es muy importante saber a quién debemos dirigirnos a la hora de promocionar nuestro producto y sobre todo tener en cuenta que en ocasiones, el comprador no tiene porque ser el usuario final. Un ejemplo muy claro lo tenemos en los productos destinados a un público infantil. ¿Quiénes tienen el poder de decisión? Lógicamente aquí los niños son los usuarios finales pero no son quienes deciden comprar el producto, no tendría sentido realizar un marketing para niños por así decirlo, en este caso nuestro público objetivo son las madres, las principales compradores y quienes tomarán la decisión de si un producto es el adecuado para su hijo o no. Por lo tanto el contenido que generaríamos en este caso debe ir totalmente orientado a convencer a las madres de las bondades de nuestro producto.
Como puedes ver, es importante tener muy claro quienes son los potenciales compradores de nuestro producto o servicio y por supuesto, saber diferenciar entre el consumidor final y quienes tienen el poder de decisión. De esta manera, se puede establecer un plan de contenidos como pilar de nuestra estrategia que realmente nos permita atraer y captar potenciales clientes, aumentando de esta forma nuestras ventas y consiguiendo mayores ingresos.