Sea cual sea tu profesión siempre habrá quien te intente vender formas de conseguir el éxito, te dirán que sus soluciones son las que realmente funcionan y básicamente te dirán lo que quieras oír aunque tiempo después realmente sea una decepción. Intentan ganarse la confianza de la gente de forma instantánea, lo que es algo prácticamente imposible. Y este tipo de estrategias cada vez se ven más en el mundo online.
En internet, la reputación se basa en lo que se cuenta de uno mismo y lo que otros piensen de él. Debes transmitir confianza para ganarte la de terceros, por eso hay que tener mucho cuidado con lo que se dice en las redes sociales. Todo lo que publiques ayudará a crear una reputación, ya sea buena o mala.
Debido a que últimamente muchas empresas buscan el perfil social de un posible trabajador es muy importante tener una buena imagen en la red. Para ello hay que ser honesto y transparente. Pero no solo hay que serlo, hay que transmitirlo. Si tú eres de una forma de ser particular pero muestras algo muy distinto, no sirve de nada. Otra cosa muy importante es transmitir pasión por aquello que te gusta y también, empatía.
No hay que tratar de demostrar ser algo que no se es, es suficiente para dar una buena imagen hablar de aquello que sabemos, no hacernos pasar por un experto en un tema. Es muy fácil identificar cuando alguien no sabe realmente sobre lo que habla. Mejor no escribir sobre algo que escribir sin conocimiento.
Si se quiere tener una comunidad de seguidores, por ejemplo, esto tampoco hay que forzarlo. La comunidad empezará a formarse sola siempre y cuando generes confianza y tu contenido sea de calidad.
Por último, es preferible controlar aquello que publicamos y los resultados que da. Debemos siempre esforzarnos y confiar siempre en uno mismo y en las capacidades que se tienen.