Las redes sociales cada vez están más presentes en la vida diaria y casi todo el mundo tiene una cuenta en una red social hoy día. Influyen más de lo que creemos en las decisiones que tomamos y esto también se puede aplicar en cuanto a las compras.
Un estudio ha confirmado que el 14% de los usuarios de las redes sociales realizaron una compra en los tres primeros meses de 2017 y el 65% tomaron su decisión basándose en influencias que vienen de ellas. Además, esto no hará más que crecer a medida que van mejorando las tecnologías.
Los usuarios siguen a perfiles de empresas que les llaman la atención para así poder enterarse de nuevos productos, promociones o incluso descuentos que la marca pueda sacar a través de las redes sociales. Esto ayuda a que las empresas se mantengan en contacto con los clientes y puedan dar una experiencia más personal de compra.
Pero todo esto no sirve de nada si el usuario no entra en la página web de la empresa y compra algún producto directamente desde allí. Por este motivo, se cree que es necesario que se separe la tienda online del trabajo de las redes sociales. Están muy ligadas la una a la otra, pero si se dedica mucho trabajo a las redes sociales y esto no significa que haya un aumento en las ventas, ese trabajo ha sido totalmente en vano.
El eCommerce es algo que cada día será más útil y los usuarios comprarán cada vez más productos a través de este servicio. Las empresas pueden publicitarse en las redes sociales y pueden tener un mejor contacto con el cliente pero nunca deben olvidar que su objetivo principal es conseguir ventas y no deben descuidarlo por creer que simplemente por estar presente en las redes van a subir éstas.