Promocionar nuestro negocio y nuestros productos es algo importante, eso está claro, pero es igual de importante que los clientes tengan una buena experiencia de compra, tanto durante como después de ésta. Sobre todo, si se trata de una tienda online.
Nuestra web debe ser intuitiva y fácil de utilizar, los clientes tienen que saber a simple vista dónde pueden hacer todo aquello que deseen. Dónde buscar el producto, cómo poder visualizarlo y obviamente, dónde tienen que clicar para pagarlo. No podemos dejar margen para ninguna duda. El cliente tiene que saber en todo momento lo que está haciendo y cómo lo está haciendo para, de esta forma, poder darle una buena experiencia de compra.
Para poder ver bien el producto en nuestra web tenemos que tener buenas fotografías de éste. Las fotografías son el escaparate a nuestro producto y ya que los clientes no podrán verlo en persona tienen que hacerse una idea de lo que están comprando. Las fotos deben ser de buen tamaño y de muy buena calidad y, si es posible, que puedan acercarse para el cliente vea el producto con incluso más detalle si así lo desea.
También resulta esencial informar al cliente de todos los plazos de envío y de dónde se encuentra su producto. En cada paso del camino debemos darle información, ya sea por nuestra parte o porque ha pasado un control que lo ubica en un lugar en concreto. También tenemos que ser muy meticulosos con el plazo, ya que si decimos que llegará un día en concreto no podemos retrasarnos, ya que esto nos dará muy mala imagen. Si el producto se adelanta y llega antes no es problema. En ese caso el cliente quedará más contento, pero en ningún momento debe retrasarse.
Garantizar la satisfacción de nuestros clientes es tan importante como encontrar clientes nuevos, sino incluso más.