Generar impacto con la publicidad es complicado. El individuo cada vez está más insensibilizado ante la saturación de estímulos publicitarios y que una campaña promocional funcione tal como esperamos debería ser considerado todo un éxito. Una de las primeras decisiones que debemos tomar es el medio por el que la debemos transmitir, teniendo en cuenta multitud de canales a elegir: radio, televisión, prensa o internet.
Medios en decadencia.
La publicidad en prensa tiene cada vez menor impacto. Tal como hemos podido comprobar durante el año pasado, las ventas de los grandes periódicos se van desplomando y en ellos solo queda espacio para las grandes empresas nacionales o los pequeños comercios. El público al que se llega es de avanzada edad y publicitarse en ellos puede resultar caro. Aunque tener un target de público tan estudiado puede resulta óptimo para algunas campañas.
La radio es otro medio que parece estar en decadencia entre tanta competencia pero que nunca acaba de desaparecer. Las campañas en la radio suelen ser muy invasivas, y en ocasiones irritantes, por eso se debe andar con pies de plomo a la hora de anunciarse. Un mensaje que no llega claro en menos de diez segundos no es un mensaje bien hecho.
Televisión e internet.
La televisión es cara, pero masiva. Es un espacio cada vez más cerrado para grandes empresas, al menos en los espacios publicitarios, aunque también existe una publicidad soterrada que también llega al gran público, como las marcas que aparecen en las teleseries. Requiere de gran inversión, pero también suele ser la más efectiva.
Internet ya lo conocemos. Basta colocar un anuncio y sabremos el número real de visitantes que tendrá nuestra marca. Nos permite buscar los espacios más adecuados para nuestro producto, pero también competir directamente con otras marcas o que quedemos sepultados bajo la indiferencia. Hay que llamar la atención sin ser invasivo; generar curiosidad, lograr atraer el clic. Es el presente y el futuro, ¿pero lo estamos manejando correctamente?