Congresos, convenciones, fiestas, presentaciones, reuniones, encuentros, citas… Una vez que nuestro negocio o imagen personal alcanza cierto nivel casi resulta ineludible ser invitados a eventos y tener que cumplir en compromisos sociales que nos pueden apetecer en distinta medida. ¿Esto significa que debamos asistir? ¿Influirá es imagen presencial en nuestro futuro éxito? Lo lamentamos por las personas más asociales y tímidas, pero la respuesta a ambas preguntas es positiva.
Potenciar nuestra imagen.
Aun cuando seamos casi completos desconocidos nos vendrá bien asistir a distintos eventos, cargados de buen humor, deseando aprender sobre todo lo que veamos y con nuestras tarjetas de contacto. No hay como una reunión donde se puedan encontrar a profesionales de nuestro sector para aprender y hacer contactos. Las conferencias y presentaciones serán esenciales para nosotros, pero también las charlas en cafeterías y tener el desparpajo para presentarnos ante los demás. Todos hemos sido nuevos en algún lugar y en cualquier reunión de esta clase la gente está predispuesta para conocer a otros profesionales. Puede ser el mejor modo de abrirnos a nuevos proyectos y conocer compañeros, pero en caso de que esto no surja, siempre nos vendrá bien para coger perspectiva sobre lo que estamos haciendo y cómo podemos mejorar.
Asentar nuestra presencia.
En el caso inverso, que no seamos ajenos a esta clase de situaciones e incluso que se solicite nuestra presencia, no será sino buen síntoma del estado de nuestro negocio. Ser presentados, dar charlas o aparecer en la lista de invitados sirve como medida publicitaria que transmite experiencia, seguridad y más que posibles ofertas por parte de compañeros.
¿Cómo comportarnos?
Lo primero y más evidente es mantener una coherencia. Ya lo hemos repetido en multitud de ocasiones, pero no intentes transmitir una imagen virtual que esté alejada de la que tienes en realidad. Si en tu web o blog pareces una persona desenfadada y divertida y al conocerte en persona se encuentran con alguien extremadamente serio, significará que algo estás haciendo mal. Por otra parte, lo mejor es acercarse con desenfado y tranquilidad, sin intentar avasallar, no repartas tus tarjetas de contacto hasta haber charlado un poco y saber que puede servir de algo. Se profesional y ve preparado al evento, allí se buscará claridad y concisión, no digresiones que no lleven a ningún lado. Y, como traca final, no olvides ir actualizando tus estados en las redes sociales con los que vaya ocurriendo en el evento y escribir una crónica final citando lo más interesante que hayas encontrado.