Lachicademarketing
¿Hasta qué punto sale rentable realizar regalos y promociones en las redes sociales? ¿Estas promociones nos hacen ganar seguidores o es un espejismo que dura hasta que se acaban? ¿Sirven como plataforma de lanzamiento? Estas son las clásicas dudas que se tienen a la hora de realizar un sorteo en nuestro Facebook o plantearnos regalar un producto.
Tres ejemplos
Unos conocidos cines ofertaron bonos mensuales a las cinco personas que más movimiento generasen en su Facebook: compartiendo, comentando, dándole a Me gusta. Durante los meses que duró la promoción el tráfico de su Facebook se multiplicó. Los seguidores se duplicaron. No solo sirvió como promoción para recordar que los cines –sacudidos por la crisis y la subida del IVA-, también para que cientos de usuarios más supiesen la cartelera que tenía el cine durante las semanas y las distintas ofertas y precios que se realizaban.
El segundo caso es una perfumería. Decidió realizar el sorteo de un lote de productos y unos descuentos entre la gente que compartiese y diese Me gusta a una foto que colgaron. Esa foto fue compartida miles de veces.
El tercero fue un gimnasio que ofreció un descuento para quien imprimiese una foto que subieron a FB. Aparte, también sortearon un abono mensual con un método similar al de la perfumería, a los que compartiesen o diesen un Me gusta a una foto.
Conclusiones
El más exitoso fue el caso de los cines. Más allá de la subida ocurrida durante la promoción, no solo tuvo cientos de seguidores más que siguieron interactuando con su Facebook, sino que ayudó a que aumentasen los espectadores, que más atentos a lo que realizaban ellos, se olvidaron de la competencia. La perfumería tuvo un éxito parcial, sirvió como promoción para que muchos que no la conocían supiesen de su existencia, pero no notó cambios más allá de lo anecdótico en sus ventas. El gimnasio tuvo sobre una decena de socios que se apuntaron, pero solo uno o dos continuó apuntado.
No solo hay que realizar promociones, también hay que hacerlas con un objetivo concreto y buena planificación. Quizá aplicar la técnica de los cines al gimnasio hubiese tenido un éxito similar al que tuvo con ellos. Lo mejor es ser valientes y buscar sorteos que exijan una interacción continua: pedir más, pero también dar más.
